Capítulo 45
A la mañana había llegado de aquella conversación en la terraza y el desayuno estaba siendo un intento de normalizar las cosas. April mordisqueaba distraída una tostada con mermelada, mientras que Eros le contaba a Thiago, con todo lujo de detalles, un sueño que había tenido en el que tenía alas y podía volar por todo Madrid.
Sofía servía jugo el silencio con movimientos pausados, cuidando el mantener la compostura en todo momento. Thiago, más relajado, los observaba a todos con ternura, mientras intentaba convencerse de que aquella escena doméstica no era un espejismo. Quería amanecer así cada mañana, pero para eso no podía darse por vencido justo ahora.
El timbre de la puerta sonó inesperadamente, rompiendo la armonía con un eco seco. Thiago frunció el ceño al escucharlo, ya que no esperaba visitas y mucho menos a esa hora. Sin embargo, caminó hacia la puerta con paso seguro para ver quién era, pero se detuvo un instante antes de abrir como si algo en su instinto quisie