Capítulo 58
El espejo le devolvía a Sofía un reflejo que, por primera vez en mucho tiempo, no le resultaba ajeno a ella misma. Sofía repasó el contorno de sus labios con una última pasada de color tenue de su labial y se acomodó un mechón rebelde de su cabello detrás de la oreja. Estaba terminando de arreglarse y de acomodarse el vestido cuando sintió unas manos firmes rodeándola por la cintura.
Un escalofrío le recorrió la piel al verlo detrás de ella y una sonrisa se dibujó en sus labios casi sin querer, instintiva, como si su cuerpo reconociera antes que ella a quién pertenecía ese contacto.
— Thiago… — susurró, dejando que su espalda descansara contra su pecho desnudo.
— Hola — dijo este apoyando el mentón en el hueco de su hombro, observándola a través del espejo. Thiago la sujetó con suavidad, como si temiera que pudiera desvanecerse en cualquier momento — ¿Te sientes bien? —preguntó en un tono bajo, grave, cargado de una inquietud que no lograba disimular.
Sofía asintió despaci