Capítulo 59

El hospital parecía respirar calma luego de todo lo sucedido. Después de tantas horas de incertidumbre, discusiones y tensiones, el ambiente se había suavizado de una manera inesperada.

Cuando Sofía y Thiago cruzaron el pasillo rumbo a la habitación de Gael, lo primero que escucharon fueron las risas suaves del niño mezcladas con la voz cariñosa de la madre de Sofía. La misma que le relataba una historia improvisada con los muñequitos que había encontrado en el cuarto.

Al entrar para ver qué estaba pasando, la escena delante de sus ojos les arrancó una sonrisa inevitable a ambos. El niño estaba sentado en la cama, rodeado de juguetes, con los ojos brillando de entusiasmo mientras la mujer representaba a un león rugiendo y a una jirafa que hablaba con voz aguda. Gael reía tan fuerte que hasta se olvidaba de la intravenosa en su mano.

— Vaya… — murmuró Thiago, apoyando una mano en el hombro de Sofía — Parece que alguien la está pasando demasiado bien sin nosotros.

— Bueno,