Capítulo 168: Te quiero enamorar.
Y entonces, con una ternura que pocas veces mostraba, caminó de regreso hasta el sofá. Se sentó al borde, apoyando los codos en las rodillas, como quien está a punto de contar una historia antigua y sagrada.
—¿Sabías que la primera vez que intenté invitarte a salir terminé tirándome un café encima? —empezó, con una sonrisa torcida.
Eliana rió bajito, llevándose una mano a la boca.
—No...
—Fue en el salón de clases de la universidad. —José Manuel negó con la cabeza, como recordando—. Llevaba semanas buscando el momento. Y cuando por fin me armé de valor, choqué con la bandeja de un becario y terminé empapado frente a todos.
—¿Y yo? —preguntó ella, divertida.
—Tú me ofreciste tu pañuelo —respondió él, bajando la voz—. Y después te reíste como si fuera la cosa más graciosa del mundo.
Eliana sonrió, sintiendo en su pecho una nostalgia inexplicable. Como si pudiera ver esa escena, aunque su mente se negara a recordarla.
—¿Te enojaste? —preguntó en broma.
José Manuel soltó una carcajada sec