O te hundes… o le demuestras a todos que eres capaz.
Amanda salió de la oficina de Daniel con la carpeta apretada contra el pecho como si fuera un chaleco salvavidas.
No estaba segura de qué la pesaba más, si la carpeta gruesa, los números en rojo… o la frase de Ethan resonando en su cabeza.
“Quería esa imagen. Esa. No una copia, no un reemplazo.”
Llegó a su cubículo y dejó la carpeta sobre el escritorio con cuidado, como si fuera algo frágil.
Se dejó caer en la silla y abrió el archivo.
Las primeras páginas eran como un puñetazo directo al estómago, presupuestos, ajustes, proyecciones, retornos esperados, comparaciones con campañas anteriores… y, en medio de todo, las cifras de la última.
La campaña que Ethan había cancelado.
La campaña que se había venido abajo después de su escándalo con champaña incluida.
Sus ojos se detuvieron en los números rojos. Cifras que ella ni siquiera soñaría ganar en toda su vida… convertidas en pérdidas.
Y no por bajas ventas.
Por decisiones.
Por decisiones que la arrastraron a ella como daño colateral.
“