Lo siento, lo siento, lo siento.

Daniel seguía mirándola como si no terminara de entender lo que acababa de pasar.

Amanda había dejado claro que no quería que se acercara, lo había frenado y había dicho “no” con una firmeza que a ella misma la sorprendió.

Aun así, él permanecía ahí, con los ojos clavados en ella como si buscara una laguna, un espacio por donde colarse de nuevo.

Ella sentía la piel erizada por incomodidad. Por ese tipo de tensión que no tiene nada de romántico y sí mucho de invasivo.

—No fue mi intención incomodarte —dijo Daniel al fin, con una voz demasiado suave para lo que acababa de intentar—. Solo quise… acercarme. Tal vez me malinterpretaste.

Amanda apretó los dedos alrededor del vaso que casi no había tocado.

“Tal vez” nada. Lo había entendido muy bien.

¡Iba a besarla!

No era estúpida.

—No, lo entendí perfecto —respondió con calma, midiendo cada palabra—. Solo que yo no quiero eso, Daniel. Y mucho menos aquí, ni con mi jefe.

Él sostuvo su mirada unos segundos, como si evaluara cuánto de esa res
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP