Al día siguiente de descubrir la verdad sobre Roberto Castro, Catalina y Santiago volvieron a la ciudad. No había tiempo para seguir con la luna de miel — la venganza de Roberto podía llegar en cualquier momento.
Llegaron a la oficina y se reunieron con Lucas y Valeria, a la que habían llamado para contarle todo. Valeria palideció al escuchar sobre Roberto. "Mi madre me habló de él una vez," dijo. "Dijo que era un hombre bueno, pero que la venganza lo había vuelto loco."
"Tu madre era la razón de su venganza," dijo Santiago. "Mi abuelo le quitó la mujer que amaba. Ahora quiere destruir a la familia Mendoza para pagarlo."
"Yo puedo ayudarlos," dijo Valeria. "Mi madre me dejó algunas cartas antes de morir. Tal vez hay algo sobre Roberto en ellas — dónde vive, qué planea."
Esa tarde, Valeria trajo las cartas a la oficina. Eran cartas antiguas, escritas hace veinte años. Catalina y Santiago las leyeron una por una, hasta que encontraron una que hablaba de Roberto:
"Roberto me dijo que se