Capítulo 87. Dominaré el mundo
El estrépito de colmillos chocando, de cuerpos cayendo sobre el lodo mezclado con sangre y sudor, llena el aire. La lluvia empapa el terreno y convierte cada movimiento en un esfuerzo sobrehumano.
Aria y Lyla corren a toda velocidad, sus pies apenas tocan el suelo. Esquiva por instinto a un lobo negro que se lanza hacia ella en cuanto nota su presencia. Apenas logra apartarse, sintiendo el zarpazo rozar su brazo. Su respiración es un nudo enredado en su garganta, el frío de la lluvia que cae a esta hora contrasta con el fuego que arde en su interior. El miedo la consume, pero ya tomó una decisión: no dará un paso atrás.
El aire a su alrededor se vuelve denso, cargado de electricidad. Los lobos más cercanos vacilan. Sus gruñidos se apagan por un instante, desconcertados, como si una fuerza invisible los obligara a detenerse.
Y en ese momento, una silueta inmensa surge detrás de Aria. Una sombra plateada se proyecta en medio de la oscuridad, cortándola como un relámpago.
Es Lyla. Su lob