Capitulo 51, La sombra del eclipse

La partida se realizó con el primer rayo de sol. El campamento, aunque reducido, se movía con orden: los exploradores al frente, los niños y ancianos protegidos en el centro, los guerreros cerrando la marcha. El camino hacia el claro de los siete robles fue silencioso, tenso, vigilante, pero cuando llegaron, algo ocurrió.

El cielo, despejado hasta ese momento, se cubrió de nubes plateadas. Un haz de luz lunar, imposible a esa hora, cayó justo sobre Ulva. Todos se detuvieron. Los más cercanos cayeron de rodillas. Los lobos aullaron sin razón aparente. Ulva cerró los ojos. La marca en su cuello ardía. La luna no estaba llamándola: la estaba convocando.

—Es hora... —susurró. Kaelion la sostuvo por la cintura, con respeto y orgullo.

—¿Lo sabes? —Ulva asintio un poco asustada por nosaber que esperar.

—Lo siento, es hora de enfrentarla, de terminar esto. —Cael, quien había marchado en silencio desde el amanecer, se acercó. Tenía el rostro pálido, pero determinado.

—Yo conozco el camino al C
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App