Epílogo: Luna eterna

El bosque ya no era el mismo.

Donde antes las sombras reptaban como serpientes al acecho, ahora las flores crecían incluso entre las raíces más antiguas. Los ríos cantaban sin miedo, las criaturas salían de sus madrigueras y la luna… la luna brillaba con un fulgor nuevo. Limpio. Firme. Como si celebrara, cada noche, el triunfo de su hija.

La manada también había cambiado.

Las cicatrices aún estaban allí, sí, pero ahora eran medallas. El miedo, una memoria. Y la esperanza, una costumbre. Habían reconstruido todo desde los cimientos, y el bosque prohibido se había convertido en el nuevo hogar.

El aire aquella noche era dulce, impregnado del aroma de frutas maduras y corteza tibia. Las hogueras no ardían por guerra, sino por fiesta. La música de los tambores hechos con piel de ciervo retumbaba suave, acompañada del aullido rítmico de los más jóvenes. Loba y lobo danzaban bajo las estrellas. Las risas llenaban el claro, y la felicidad se extendía como el perfume de la tierra mojada.

Porqu
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP