Mundo ficciónIniciar sesiónKaterina riega las flores en el jardín con una sonrisa de satisfacción. Estar rodeada de las coloridas plantas le sube el ánimo y la saca de su cruda realidad.
En ese momento, la paz que le brinda admirar sus flores le provoca una alegría enorme; asimismo, la calma en la que está sumida la relaja.
—¡Katerina! —Ella se espanta y mira en dirección a la voz. El dueño de esta ya ha salido de la cocina y también se encuentra en el patio.
—¿Por qué gritas? —interpela con el ceño fruncido.
«Adiós, tranquilidad», piensa mientras pone la regadera encima de una mesita que tiene en el patio y se cruza de brazos.
Por su parte, Gio la aborda con entusiasmo y le da unas chocolatinas.
—¡¿Puedes creerlo?! —espeta feliz, bajo la confundida mirada de ella.
—¿Creer qué? —Mira las







