Mundo ficciónIniciar sesiónEl amanecer se filtraba por las cortinas del cuarto de huéspedes, tiñendo las sábanas de un tono dorado. Emma abrió los ojos lentamente, con una sonrisa somnolienta. Por un instante no recordó dónde estaba… hasta que sintió un brazo fuerte y cálido rodeándola por la cintura. El corazón se le aceleró. Giró la cabeza apenas unos centímetros y lo vio: Harry, profundamente dormido, el cabello algo desordenado, la respiración acompasada y el rostro relajado.
Parecía tan distinto, tan vulnerable, tan suyo.
Por un instante, se permitió disfrutar del silencio. Recordó la noche anterior, cada palabra, cada roce, cada beso. Sentía todavía su perfume en la piel, ese aroma a jabón y hospital que de alguna forma le resultaba reconfortante. Era extraño, pero por primera vez en meses, su cuerpo no temblaba de miedo, sino de paz.
Sin embargo, la realidad pronto la golpeó. Si Violeta o Liam la encontraban así, el escándalo sería inevitab







