Collin*
El lupino la guió por los pasillos de aquel lugar extraño. El aire era húmedo, y un frío cortante erizaba su piel. El olor a moho y hierro oxidado impregnaba el ambiente.
Cada paso resonaba en las paredes de piedra, y la oscuridad parecía devorar cualquier rastro de esperanza. Era una mazmorra, un laberinto de sombras.
Cuando llegaron a una escalera, Collin presionó el cuchillo contra la garganta del lupino, obligándolo a detenerse. Su corazón latía tan fuerte que casi ahogaba su propia voz.
"¿A dónde lleva esta escalera?" Su respiración estaba agitada.
"A la salida." La vacilación en su voz delató la mentira.
"¡Me estás mintiendo!" Presionó la hoja un poco más, sintiendo cómo él tragaba en seco.
"¿Crees que no puedo matarte? Soy hija de Maden Star. Piénsalo bien antes de engañarme."
El lupino tembló ligeramente, su garganta moviéndose. Entonces cedió:
"Lleva a un gran salón. En la esquina izquierda, hay una puerta que da al exterior."
"¿Dónde estamos?" Su paciencia se agotab