Capítulo 9 —A mi casa
Narrador:
Romina estaba sentada en la cocina, removiendo distraídamente su taza de té. Hablaba con tono animado, aunque Nerón apenas le prestaba atención.
—Pensaba que podríamos invitar a Lía a cenar con nosotros —sugirió ella, con su sonrisa más diplomática —Hace tiempo que no la veo, y sería bueno compartir un momento en familia.
Nerón no respondió de inmediato. Sabía que a Romina no le interesaba realmente pasar tiempo con su sobrina. Solo buscaba quedar bien. Aun así, asintió con cortesía.
—Veré si está en su habitación —dijo, más por terminar la conversación que por interés real.
Se dirigió al dormitorio de Lía, tocó la puerta con suavidad y la abrió. Estaba vacío. La cama sin tender, la ventana abierta, una chaqueta colgada en el respaldo de la silla. Nada fuera de lo común. Nerón no se alarmó. Lía solía salir sin avisar, y aunque no aprobaba del todo su falta de consideración, entendía que ya no era una niña. Cerró la puerta y dio un paso hacia el pasillo,