Capítulo 125 —El el baño del juzgado
Narrador:
El pasillo hervía de murmullos cuando Cleo se detuvo en seco, los ojos húmedos.
—¿Y si al final no soy una Morel? —susurró con un hilo de voz —Me quedaré hasta sin apellido.
Nerón la tomó de la muñeca sin decir palabra y la arrastró a un baño cercano. Cerró la puerta de un portazo y corrió la tranca con un golpe seco. El eco del metal rebotó en las baldosas.
En un segundo, la acorraló contra la pared. Le sujetó el cuello con una mano, inclinando su rostro hacia él, y con la otra la apretó de la cintura hasta pegarla a su cuerpo. Sus labios se curvaron en una media sonrisa peligrosa.
—No tienes de qué preocuparte. Si no eres una Morel… entonces te casas conmigo y serás una Valmont.
Cleo lo miró, incrédula, el corazón a punto de salírsele por la boca.
—¿Qué…?
Nerón no esperó respuesta. La besó. La tomó con brutal urgencia, apretando su cuello mientras su boca devoraba la de ella. Su lengua se abrió paso y atrapó la de Cleo enredándola en