—¡Cómo te atreves a golpear a mi hijo, maldita vieja! ¡Te voy a partir la cara!
La voz de la señora Krane retumbó en el salón como una bomba en una biblioteca. Su cara se contrajo en una mueca de furia y sus muñecas gruesas temblaban mientras avanzaba hacia Selena con la mano alzada, lista para el golpe.
Selena retrocedió, levantando los brazos a medias, no tanto por miedo como por la sorpresa.
—¡Espere! Se está equivocando, déjeme expli...
Pero razonar con una mujer como la señora Krane era caso perdido. Pertenecía a esa clase de personas que primero golpean y después preguntan. Y hoy, no tenía ganas de escuchar respuestas.
Su mano carnosa, destellando por los enormes anillos de diamantes, voló hacia la cara de Selena...
Pero nunca llegó a tocarla. En un movimiento borroso, Jaden se interpuso. Sosteniendo aún a Mia con un brazo, se movió como un rayo y atrapó la muñeca de la señora Krane en pleno vuelo con la mano libre.
El brazo gordo y flácido se quedó congelado en el sitio, a centí