—¿Qué está pasando? —preguntó Jaden por el comunicador, con voz tranquila.
Hubo un instante de silencio. Luego, Drax respondió en voz baja, alerta.
—Tenemos un fantasma a bordo. Un asesino. Es muy escurridizo, pero cuando abriste la puerta hace un momento... hubo una fuga. Un parpadeo de intención asesina.
La expresión de Jaden se volvió seria.
Sin dudarlo, dio media vuelta, abrió de nuevo la puerta y jaló a Hannah, aturdida y sonrojada, de vuelta a la habitación.
—¿Qu...? ¿Jaden? —jadeó ella mientras él la empujaba hacia adentro.
Su vestido ondeó cuando tropezó hacia atrás, confundida.
—Incluso si estás enojado... todavía puedo perdonarte —dijo ella, intentando sonreír mientras se acomodaba el cabello detrás de la oreja.
Jaden ni siquiera la miró.
—Interesante —murmuró, con la mirada fija en algo invisible y la mente ya en otra parte—. Vuelvo enseguida.
La dejó allí parada, sola, con la boca entreabierta y los ojos entrecerrados por la frustración.
***
En el borde oscuro del ala de e