Capítulo 83. Amor obsesivo.
Abigail Allen
La puerta se cierra de golpe tras de mí y el sonido metálico es como un latigazo en mi orgullo.
«Me han echado. A mí. Como si fuera una intrusa cualquiera».
Respiro hondo y clavo las uñas en la palma de mi mano hasta sentir dolor. Lo necesito para no gritar, para no dejar que toda esta furia me consuma aquí mismo, delante de los guardias que me escoltan hacia la salida como si fuera un animal salvaje.
«Falsa calma. Esa es la clave».
—No era necesario tratarme así —digo en voz alta, fingiendo que me tiembla la voz. Pongo la mejor cara de víctima, con los ojos abiertos y húmedos—. Yo solo vine a saludar.
El guardia no me responde, pero su expresión lo dice todo. No me cree.
No importa. No necesito que me crean ellos, necesito que Shane lo haga. Necesito que me mire de nuevo, que entienda que yo soy la que puede darle lo que esa mujer no.
Ivanna.
Su nombre me envenena la lengua. Ella no merece estar ahí. Ella no entiende lo que significa Shane, lo que significa estar a su