Ivanna Robinson

—¿Crees que Aston lo dejará pasar? —la pregunta me sale antes de poder evitarlo.

No he podido estar del todo tranquila desde que abandonamos Boston anoche y no ayuda tampoco que acabemos de hablar con Shawn, que está al cuidado de su tía Viena. El tema prohibido, temporalmente al menos, es como el elefante rosa en la habitación. Grande y gordo.

Shane me mira, con la brisa moviéndole los cabellos y provocando que un mechón oscuro caiga sobre sus ojos. Niega con la cabeza.

—Sé que no. Viena es intocable para él...

Hago una mueca.

—Con Sean no tuvo ningún problema. ¿O sí?

Shane se ríe, pero no es un gesto divertido.

—Sean no era su amigo desde la infancia. Viena ya vivía lejos de Aston cuando se aventuró a una relación con él. Puedo entender su frustración, aunque para mí se sienta diferente. Y sí, en realidad Aston sí tuvo una conversación con mi hermano.

Eso me toma por sorpresa.

—¿En serio?

Shane asiente.

—Sí. Un recordatorio de que no dudaría en arruinarle la vida si l