Valentina regresó corriendo a los dormitorios de mujeres y encontró a Daniela herida.
—No es nada, solo me torcí el tobillo mientras caminaba. Está hinchado, pero ya me puse alcohol y pronto estará bien. No sé por qué Aitana te llamó para que volvieras, no es nada grave.
Así que solo se había torcido el tobillo.
Aitana había dicho por teléfono que algo grave le había pasado, sin especificar qué, y por eso ella se había asustado mucho.
—Entonces, quédate aquí descansando, no te muevas mucho.
—Lo sé.
Valentina examinó el tobillo hinchado de Daniela y solo cuando confirmó que no era grave se tranquilizó. Tomó su pijama y entró al baño para darse un baño de agua caliente.
Todo su cuerpo estaba adolorido y cubierto de marcas que Mateo le había dejado la noche anterior.
En su mente aparecieron las imágenes de la noche, él sobre ella, mirándola fijamente.
Con esa mirada ardiente y directa.
Ella le cubrió los ojos con sus manos. —No mires.
Él apartó sus manos y se inclinó para besarla. —Eres t