Capítulo 136 —Una familia haciendo lugar
Narrador:
Aylin llamó a Mateo a media mañana. No fue una llamada solemne ni cargada de peso; fue simple, directa, inevitable.
—Queremos que vengas a almorzar —le dijo —Con Dinorah y Diego. Si van a ser parte de la familia, es hora de sentarnos a la mesa como tal.
Mateo no dudó. Agradeció, cortó y se quedó un segundo con el teléfono en la mano, respirando hondo. Cuando se lo contó a Dinorah, ella escuchó en silencio. No había miedo en su expresión, pero sí esa mezcla extraña de expectativa y respeto que traen los momentos importantes. Diego, en cambio, solo levantó la vista del dibujo que estaba haciendo.
—¿Va a haber postre?
Dinorah sonrió. Mateo le revolvió el cabello.
El almuerzo se armó en el jardín de la mansión Adler, bajo la sombra amplia de los árboles que ya habían visto demasiadas historias. Mesas largas, platos compartidos, botellas abiertas antes de sentarse. Nada rígido. Nada impostado. Era una casa que sabía recibir.
El Diablo esta