Capítulo 69
Esa noche, en la mesa del comedor, Isadora estaba radiante. Llevaba un vestido de tela ligera, el cabello suelto y un brillo diferente en la mirada. Alexander la observaba en silencio, encantado con cada gesto.
Los suegros hablaban animadamente sobre los preparativos de la boda religiosa, pero Alexander apenas escuchaba. Su atención estaba en ella y ella lo sabía.
En un momento de intercambio de miradas, Isadora deslizó el pie debajo de la mesa, rozando levemente su pierna. Alexander arqueó una ceja, ocultando una sonrisa.
Ella probó otro bocado del postre y dijo con calma:
— La noche está hermosa hoy, ¿verdad?
Alexander respondió con la voz grave, mirándola a los ojos:
— Va a estar aún mejor.
Isadora bajó la mirada, sonrojándose, y supo que esa noche sería de ellos.
Después de la cena, la pareja fue a la habitación de los niños donde estaban sus hijos. Alexander tomó a Scarlett, se sentó en la alfombra y la acogió en su regazo, jugando con ella mientras la pequeña reía a