Capítulo 309
La música sonó suavemente en la iglesia. Cada persona allí parecía contener la respiración, siguiendo con la mirada la lenta caminata de la novia.
Livia sostenía firme el brazo de su padre. Su corazón latía rápido, pero sus ojos no se despegaban de Roger y cuanto más avanzaba por el pasillo, más certeza tenía de que todo estaba exactamente donde debía estar.
Alexander inclinó levemente el rostro y susurró:
— Hija… él está deshecho por ti.
Ella sonrió, tímida. Y de hecho, Roger parecía al borde del descontrol.
Él no se movía, no parpadeaba, apenas respiraba. Sus ojos estaban vidriosos, su pecho subía y bajaba con dificultad, y su mandíbula temblaba de pura emoción. Nunca imaginó ver a Livia tan hermosa… y nunca imaginó que se convertiría en padre, prácticamente todo el mismo día en que finalmente la tendría como esposa.
Cuando estaban a mitad del pasillo, Hailey se secó discretamente una lágrima con el pañuelo que su marido le dio. Scarlett suspiró emocionada. Matthew y Ol