Capítulo 307
El tiempo parecía haber volado. Las últimas semanas habían sido intensas, llenas de preparativos, flores, pruebas de vestido e listas interminables. Ahora, solo faltaba un día para la boda. La mansión Blake estaba iluminada para la Navidad.
La cena era perfecta esa noche, el tipo de noche que todos esperaban. Roger, de camisa blanca y mangas remangadas, estaba más tranquilo de lo que todos imaginaban. A su lado, Livia sonreía, visiblemente cansada por el ajetreo de los últimos días, pero feliz, porque todo estaba listo.
— Mañana, esta niña deja de ser una Blake — bromeó su padre, alzando su copa de vino. — ¡Y se convierte en una Collins respetable!
Todos rieron, incluso Roger, que apretó levemente su mano bajo la mesa.
— Prometo cuidarla — dijo, con una mirada sincera.
Livia lo miró a su vez. Todo parecía perfecto. O casi.
Cuando sirvieron el postre, ella comenzó a sentir algo extraño, un leve mareo, un calor intenso subiendo por su cuerpo. Intentó disimular, apoyándose e