Capítulo 308
La pareja Blake llegó al hospital. En cuanto entraron en el pasillo, encontraron a Roger parado cerca de la entrada. Él tragó saliva al verlos, con temor de lo que pudieran pensar de él.
Alexander dio unos pasos adelante y extendió la mano.
Roger vaciló solo un segundo antes de aceptar, intentando formular alguna explicación.
— Señor, lo siento… Nosotros… — comenzó él, nervioso.
Alexander levantó su otra mano, interrumpiéndolo.
— No necesitas decir nada, Roger. Ya deberían estar casados. No te culpo. Siempre respetaste a mi hija.
Roger soltó el aire que ni siquiera se daba cuenta de que estaba conteniendo.
Alexander entonces intercambió una mirada rápida con Isadora, quien asintió, y completó con una media sonrisa:
— Y otra cosa… tampoco soy un santo. Dejé embarazada a Isadora el día que la conocí.
El alivio de Roger se transformó en una risa nerviosa, mientras Isadora daba un leve golpe cariñoso en el brazo de su esposo, sonrojándose. La tensión se fue.
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A la mañana s