Capítulo 310
Dos semanas después…
Alexander Blake estacionó el auto negro frente a una joyería en el centro de la ciudad. El letrero dorado brillaba bajo el sol de la mañana. Bajó del auto con calma, se ajustó la chaqueta y entró.
Tan pronto como pisó la tienda, el vendedor se acercó a su encuentro.
— Buenos días, señor Blake.
— Buenos días. ¿Mi pedido está listo?
El vendedor sonrió rápido, levemente nervioso ante un cliente tan importante.
— Sí, señor. Está aquí.
Caminó hacia el mostrador,se pasó la mano por el flequillo como quien intenta parecer aún más presentable, y abrió una caja alargada, forrada de terciopelo azul.
Dentro, había un collar único:
un corazón,del cual descendían varios pequeños cordones, cada uno con un pequeño dije de oro. En cada pedacito, grabado con perfección, estaba el nombre de alguien de la familia.
Era una joya que simbolizaba que todos, hijos, nietos, esposa, nueras, yernos, venían del mismo corazón.
Alexander observó la pieza con un brillo emocionado e