Capítulo 52

Aldric y Bianca habían decidido alargar su estancia en los Hamptons un par de días más. Después del incidente con Isabella, las aguas entre ellos parecían haberse calmado: Aldric no le daba pie a los celos, la buscaba con gestos, la defendía con miradas. Isabella, por su parte, permanecía en la casa —una sombra elegante e inquietante—, pero no hubo ningún acto que justificara la inquietud de Bianca. Sin embargo, la calma que ella anhelaba no alcanzaba a Margaret: la mujer no disimulaba su furia. El plan no había surtido el efecto esperado y la rabia le quemaba las entrañas.

Esa tarde, Margaret llamó a Willow. Habían acordado verse en un restaurante discreto de los Hamptons: mesas separadas por hileras de arriates y luces ambarinas que hacían de todo un escenario íntimo y controlado. Margaret llegó primero; su porte era el de siempre: impecable, controlado, una estatua con guantes. Sostenía una copa de coñac en la mano y la giraba despacio, contemplando las ondas ámbar como quien consu
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP