Mundo ficciónIniciar sesiónEl silencio en el coche blindado de Dimitri era tan pesado como el que acababan de dejar atrás en el despacho de Matteo. Conduciendo a través del laberinto de luces de la Costa Norte, Dimitri Veira, un hombre que había entrado a la familia con sed de venganza y se había quedado por amor, se sentía incómodo. La frialdad profesional que había mostrado al interrumpir la escena se había derretido, dejando al descubierto una preocupación genuina.
A su lado, Valentina Veira, su esposa, miraba por la ventana. Sus manos, generalmente firmes y llenas de la gracia de una líder, estaban apretadas en su regazo. La hermana de Matteo lo amaba incondicionalmente, y ver el caparazón que se había impuesto le dolía profundamente. Valentina: (Rompiendo el silencio con un suspiro pesado) "No era él, Dimitri. No era Matteo. Era… una actuación. Muy bien ensayada, pero una actuación." Dimitri no apartó los ojos de la carretera, pero su tono era grave. Dimitri: "Era El Vieri. Y El Vieri no finge, Valentina. Él es lo que es ahora. Y esa mujer... Elena... si ella fue capaz de causar ese cambio, su regreso es un problema. Un gran problema para la estabilidad del clan." Valent Valentina: "¿Problema? ¿No viste cómo la miraba? No era odio por un error de negocios, Dimitri. Era odio personal, visceral. Y el miedo de ella... ¿Qué clase de infierno vivieron para llegar a esto? ¿Y por qué volvió?" Valentina llevó una mano a su sien, intentando ordenar las piezas del rompecabezas. Conocía a su hermano. El Matteo de antes era un hombre que nunca le haría daño intencionalmente a nadie, menos a una mujer tan visiblemente asustada. El Vieri, en cambio, se había regodeado en su pánico. Dimitri: "Él fue a la defensiva, Val. Se puso la armadura más dura. Y la tal Elena... tenía los ojos de alguien que ha visto demasiado. Su miedo no era por Matteo, sino por la habitación. Por estar acorralada. ¿Sabes algo de su pasado?" Valentina negó con la cabeza, la culpa instalándose en su garganta. En el apogeo del romance entre Matteo y Elena, ella había estado demasiado concentrada en su propia vida, en la intrincada dinámica con Dimitri y en su papel como madre. Valentina: "No. Lo único que sé es que la dejó después de esa horrible ruptura, y él cambió. Literalmente. De la noche a la mañana, el Matteo que yo conocía se desvaneció y dejó este... esta réplica de Marco Vieri. Papá estaba orgulloso, mamá, en cambio..." Se interrumpió, y el coche se detuvo en el semáforo, dándole la oportunidad de mirar a su esposo. Valentina: "Mamá. Esa es la otra cosa, Dimitri. ¿Qué le pasa a Valeria? Está en modo fantasma. Cada vez que Matteo entra en la habitación, sus ojos se llenan de una tristeza que no es solo preocupación, es dolor. Y creo que ella sabe algo. Algo sobre lo que pasó realmente hace años." Dimitri: (Asintió lentamente.) "Te doy la razón. He notado cómo se excusa de las cenas, cómo se queda sola en la biblioteca. Lo hace desde que Matteo regresó de su 'transformación', pero ha empeorado estas últimas semanas. El problema es que si tu madre sabe algo, tu padre, Demian, le ha puesto un candado con su obsesión por mantener la fachada fuerte de la familia. Ella no hablará." Valentina: "Tiene que hacerlo. Si Elena regresó, y si Matteo reaccionó así, esto no es solo un asunto de celos. Es un desastre para la familia. Necesitamos saber la verdad antes de que Papá decida tomar cartas en el asunto, y ya sabes cómo funciona Demian: eliminar la debilidad antes de que se propague." El coche arrancó de nuevo, dirigiéndose a su casa, un refugio de cristal y tranquilidad lejos del núcleo del clan. El Contraste: Inocencia Interrumpida Al llegar a casa, la pareja encontró la casa en calma tensa. Sin embargo, no estaban solos. En la sala, sus dos hijas, las gemelas de seis años, Chiara y Sofía, estaban sentadas en el suelo, dibujando con ceras de colores, pero sus rostros serios no coincidían con la alegre actividad. Valentina dejó su bolso y se acercó, forzando una sonrisa. Valentina: "¿Pero qué hacen despiertas, mis pequeñas? Es muy tarde para ustedes. ¿Están dibujando monstruos?" Chiara, la más reflexiva, levantó su dibujo: una figura grande y sombría, con un corazón pequeño y muy triste en el centro. Chiara: "No, mami. Es el tío Matteo. Escuchamos por el interfono. Tú y papá estaban muy serios." Sofía, la más impulsiva, dejó caer su cera con un clac y corrió hacia Dimitri, aferrándose a su pierna. Sofía: "Papá, ¿qué le pasa al tío Matteo? ¿Por qué es tan malo ahora? ¿Ha dejado de ser dulce porque nosotras lo queremos mucho?" La pregunta de Sofía golpeó a Valentina y Dimitri con la fuerza de la inocencia. Ellos veían a un hombre roto; las niñas veían a un hombre que se había vuelto malo simplemente porque ya no se sentía amado. Dimitri: (Se agachó y abrazó a Sofía, su voz suavizándose por completo.) "Claro que no, mi amor. Tu tío Matteo es un hombre muy importante, y a veces, los hombres importantes tienen que fingir ser duros. Él las adora, a ti y a tu hermana. Siempre ha sido así." Chiara: "Pero la señora que estaba allí en el dibujo de la tele... estaba llorando. Y el tío Matteo... él estaba muy fuerte y muy oscuro. ¿Está enfermo, mami? ¿Ya no nos va a llevar a la plaza de los helados?" Valentina se sentó en el suelo junto a su hija y la abrazó. Valentina: "No está enfermo, cariño. Pero está... confundido. Y por eso, mami y papá van a empezar a investigar algo para ayudarlo. Para que el 'Tío de los Helados' regrese. Pero es un secreto, ¿de acuerdo? No pueden decirle nada a la abuela Valeria ni al abuelo Demian." Las mellizas asintieron, sus ojos grandes y curiosos, ya convertidas en guardianas de un secreto familiar. La Estrategia Más tarde, en la tranquilidad de su habitación, Valentina le pasó una tablet a Dimitri. Valentina: "Mientras tú te encargas de tranquilizar a las niñas, yo me ocupo de la estrategia. Si vamos directamente con mi madre, mi padre lo sabrá en minutos. Necesitamos una tapadera." Dimitri: "Tenemos que ir a la fuente del dolor. Esa mujer, Elena. Si él reaccionó así, ella es la clave. Pero no podemos investigarla abiertamente." Valentina: "No vamos a investigar a Elena, todavía. Vamos a investigar a Papá. ¿Recuerdas cuándo Matteo se transformó? Fue después de la ruptura. Y Papá empezó a presentarlo como 'El sucesor de Vieri' con una rapidez alarmante. Creo que la clave no es por qué ella se fue, sino por qué se fue justo cuando alguien estaba planeando su caída." Dimitri: "Estás sugiriendo que el 'Matteo dulce' no se adaptaba al esquema de poder de alguien, y Elena lo supo. Ella lo convirtió en 'El Vieri' para salvarlo de ese plan." Valentina: "Exacto. Y si Valeria sabe algo, tiene que ver con ese plan. Voy a usar una excusa de trabajo para reunirme con mamá mañana. Necesito que me hable del 'Matteo de antes'. Necesito ver si hay grietas en su historia." Dimitri se sentó junto a su esposa, tomándole la mano. Dimitri: "Eres la única que puede hacer esto, Val. Tú conoces las costuras del alma de esta familia. Yo haré lo que sé hacer: rastrear la entrada de Elena a la ciudad. Si volvió, no fue por casualidad. Vamos a encontrar a quién huyó y por qué. Y si resulta que alguien sigue queriendo traicionar a Matteo, que se preparen. Ya perdieron a un hermano. No van a perder al 'Vieri'." Ambos se miraron, confirmando su pacto. Su misión no era solo proteger al clan, sino rescatar el alma de Matteo Veira, por las pequeñas gemelas y por el recuerdo del hermano que aún amaban.






