59. La Verdad Oculta
—No permitiré que las asesinen como si fueran criminales comunes —su tono estaba cargado de veneno, pero contenido por el peso de la diplomacia —Si Celeste es la heredera de la rebelión, entonces ella es la clave para negociar con Hassan y evitar más derramamiento de sangre.
Amir sonrió con burla.
—¿Negociar? —soltó con desprecio —¿Desde cuándo te preocupan los destinos de las mujeres, Kael?
Kael apretó los puños con tanta fuerza que los nudillos le dolieron. Amir sabía perfectamente lo que Sonya significaba para él y lo usaba como una burla.
Antes de que pudiera replicar, Alexander se adelantó, con su mirada desafiante fija en Amir.
—Y si la ejecutamos, lo único que lograremos será una guerra de la que el reino no podrá salir ileso —sentenció con firmeza —Si Celeste Arden muere, Hassan no tendrá razones para negociar, y atacará con todo su ejército.
Los ojos de Amir se entrecerraron con furia contenida, evaluando las palabras de su hermano. Alexander nunca se oponía a él tan abiertam