Capítulo 62 – Revelaciones Ocultas.
El sótano era un laberinto de sombras y ecos, el aire espeso cargado de humedad, óxido y el hedor metálico de la sangre. Gabriela había convertido el espacio en una celda improvisada: paredes de concreto reforzado, una única bombilla colgando del techo que proyectaba un círculo de luz cruda, y un desagüe central manchado de rojo para limpiar lo inevitable. María López, la enfermera de 34 años enviada por Carla Vidal para asesinar a Fernando en la clínica, colgaba de las muñecas atadas a una cadena oxidada que crujía con cada movimiento involuntario. Su uniforme blanco estaba rasgado en el hombro, manchado de sangre seca, sudor y lágrimas. Los ojos, hinchados por golpes previos, parpadeaban con terror puro, su respiración entrecortada rompiendo el silencio.
Gabriela entró con pasos deliberados, sus tacones resonando como disparos. Vestido negro ajustado que se adhería a sus curvas como una armadura, cabello recogido en un moño severo, labios pintados de rojo sangre que contrastaban con