Capítulo 63 – Traiciones Internas.
Aeropuerto Internacional de Houston – 10:45 a.m.
El sol de mediodía entraba a raudales por los ventanales del terminal, iluminando el rostro de Flor mientras empujaba el carrito de equipaje con una mano y sostenía a Valentina con la otra. Su piel bronceada por la luna de miel en Toscana brillaba saludable, pero sus ojos verdes estaban sombreados por una preocupación que no podía ocultar. Mateo caminaba a su lado, mano en su cintura, sonriendo con esa calidez que la había conquistado. Valentina, el bebé de apenas unos meses, gugueaba felizmente en los brazos de su madre, ajena al vuelo largo y al torbellino en la mente de Flor.
—Bienvenida a casa, señora De la Vega —dijo Mateo, besándola en la sien con ternura, su voz llena de esa alegría post-luna de miel que aún no se desvanecía.
Flor sonrió, pero su mente estaba en otra parte. El sueño con León. Había sido vívido, casi real: él besándola bajo las viñas de Toscana, sus manos en su cuerpo, susurrando promesas que nunca cumplió en la r