Capítulo 14 – Un día de tregua.
POV Gabriela.
No dormí bien. Las pesadillas no se van tan fácil. Aunque me diga a mí misma que ya no soy la mujer que lloraba en una celda, hay noches en las que vuelvo a sentir el metal frío, el olor a humedad, las voces que se burlaban detrás de las rejas. Pero esta mañana decidí no darle espacio a la oscuridad. Tenía algo más que hacer.
Usé un vestido sencillo, beige, y un abrigo claro. Nada que llamara la atención. En el bolso llevaba una carpeta con los comprobantes de transferencia. Eran los mismos fondos que Fernando había ocultado en el extranjero, solo que ahora estaban en buenas manos: una casa hogar que llevaba meses pidiendo ayuda. Un modo de limpiar lo que él ensució, sin que sospechara que quien le vació sus cuentas.
Adrián insistió en acompañarme. Me envió un mensaje temprano:
“Hoy no se trabaja. Te recojo a las once. Llevo compañía.”
No tuve que preguntar de quién se trataba.
Cuando bajé al vestíbulo del edificio, el auto ya esperaba. Adrián sonreía al volante, y en el