Aiden apretó los puños, ¿Quién carajøs había metido a su hijo en todo el escándalo que se estaba dando? Sin duda alguna, la persona que estaba detrás sabía toda la historia y por ende podía usarla a conveniencia creando mentiras y malos entendidos que comprometieran la moralidad de su mujer.
―Para ser una figura de autoridad, se deja llevar por las mentiras de las personas. ―Aiden miró a la mujer provocando que el conde se tensara por completo. ―¿Ya olvidó como hablaron de la infidelidad de su esposo? Según tengo entendido y por sus propias palabras, dijo que todo era una mentira. ―Miró ahora al hombre. ―¿O me estoy equivocando?
―E-en lo absoluto. ―El conde rápidamente le dio la razón. ―Era todo mentira, por eso no comprendo porque mi esposa ha decidido continuar tales chismes. ―La miró con severidad. ―Discúlpate con la princesa en este instante. ―Ordenó entre dientes.
―Lo lamento. ―La mujer inclinó su cabeza. ―Estoy realmente avergonzada, espero que perdonen mi osadía. ―Osiris