Toda la mesa quedó en completo silencio, Aiden miró a su esposa en espera de una explicación, pues se casaron y realmente no sabe nada de ella. Tenía pensado seguir adelante con el investigador privado, pero decidió conocerla por sí mismo y ahora no está muy seguro de eso, ella poca cosa le dice sobre su vida.
―Mami, ¿Tienes papás aparte de la abuelita Chuy? ―Izan la miró con esos ojitos plagados de curiosidad.
―Es complicado, hijo. ―Osiris le sonrió a su hijo con incomodidad.
―Bien, hombrecito de oro. ―Mami Chuy se puso en pie. ―Acompaña a la abuela a caminar por el enorme jardín que tiene este impresionante castillo. ―Izan sin pensarlo mucho saltó de la silla y corrió para ayudar a la mujer a terminar de ponerse en pie. ―Este es mi hombrecito fuerte. ―Le dio un beso en la cabeza y se lo llevó.
―¿Qué hacen esos indecentes, malos padres y desgraciadøs aquí? ―Escupió Ana, es la que más ødio les tiene.
Cuando Osiris las llamó ella fue con esos innombrables a implorarle que no la de