―Lo siento. ―Osiris respondió a como pudo, no comprende la rabia del hombre. ―Me reuní con su prometida y mi socia para mostrarle lo que hice y…
―¡Trabajas para mí! ―La cortó con un tono frío de voz. ―Se supone que me rindes cuentas a mí. ―Osiris endureció el gesto, verdaderamente la trata como si fuera de su pertenencia.
―Usted me va a disculpar, señor Marchellus. ―Aiden se tensó por la firmeza de su voz aun con su voz tierna. ―Yo trabajo para ambos y les debo rendir cuentas a ambos. ―Su corazón late como loco en su pecho, ese hombre saca lo peor de ella. ―Así que deje de ser un energúmeno y dulcifíqueme su voz o no respondo.
―¡Mierdä! ―Aiden gruñó y en dos pasos quedó frente a ella. ―Te pagué para que fueras exclusiva. ―Le recordó.
―Sí y eso fue una tontería. ―Atacó ella. ―Una ofensa a mi persona. ―No pudo evitar reclamarle. ―El que me haya acostado y casado con usted el día en el que lo conocí, no significa que pueda tenerme siempre que lo quiere. ―Ambos con respiraciones p