CAPÍTULO 17. Sombras en el asfalto.
Capítulo 17
Sombras en el asfalto.
La noche había caído por completo cuando Gabriel e Isabela llegaron a la casa segura en las afueras de la ciudad. El silencio del bosque los envolvía como una manta densa, interrumpido solo por el crujido de las ruedas sobre la grava húmeda y el zumbido de insectos nocturnos.
La cabaña, modesta pero equipada, había sido preparada días antes por uno de los contactos de Gabriel, como parte del plan de contingencia si las cosas con Adrián pasaban de amenazas a intentos reales de ejecución.
Isabela empujó la puerta con cautela, dejando entrar la tenue luz del faro exterior. El interior olía a madera añeja y cera de velas. Había una chimenea apagada, una alfombra tejida, y un par de sofás cubiertos con mantas. Todo parecía extrañamente tranquilo para quienes venían de una huida desesperada.
Gabriel entró tras ella, desplazándose en su silla de ruedas con movimientos medidos, sus ojos escaneando cada rincón. No había rastros de alteración. Todo estaba don