Al llegar a la oficina, se cruzaron con Dante en el vestíbulo. El hombre guiñó un ojo a Lyra, gesto que fue visto por Raffael.
—¡Debes tener cuidado con Dante! ¡No permitas que te toque! —advirtió Raffael a Lyra dentro del ascensor, como si entendiera el significado de la mirada de Dante.
Lyra permaneció en silencio. Estaba convencida de que Raffael la había seguido la noche anterior.
Al llegar a su escritorio, Lyra envió un mensaje a Adrian:
> "Adrian, acabo de volver de una reunión. Creo que Raffael empieza a sospechar de mí."
Adrian no leyó el mensaje, pues estaba en la oficina de Marco.
Marco lo había llamado intencionalmente para interrogarlo.
Había notado comportamientos sospechosos entre Adrian y Lyra, a pesar de que Raffael había presentado a Lyra como su novia.
—¡No te atrevas a jugar conmigo si quieres seguir viendo el sol! —amenazó Marco.
—Perdón, señor Marco, no entiendo a qué se refiere.
—Piensa bien en mi advertencia y no te hagas el tonto. No me importa lo que busques o