Mundo de ficçãoIniciar sessãoLa invitación llegó en papel grueso y satinado, con el sello de cera roja de la casa de Ashford estampado con la precisión de una declaración de guerra. Lord Ashford convocaba a Eleanor y a varias familias distinguidas a una gran cacería en sus extensos campos de Hertfordshire. En la superficie, era un evento social común, de esos que reforzaban alianzas y exhibían poder y riqueza. Pero en cuanto Eleanor leyó la carta, cada palabra pulcra y calculada, sintió un escalofrío que le recorrió la espalda. Ashford nunca hacía nada sin un propósito oculto, y esta cacería olía a celada desde la primera línea.
El día de la cacería amaneció claro y frío, con un sol pálido que doraba los prados húmedos de rocío y las telarañas brillaban como joyas entre







