Tariq se lanzó a la suite de Eleanor, la encontró empacando a toda prisa lanzando ropa en una maleta. Sus ojos estaban rojos, pero su actitud era de lucha desesperada.

— ¿Te vas Eleanor? ¿A dónde y con quién? Acaso son ciertas las palabras de Zeina? — El tono de Tariq fue brusco, el dolor de la acusación de Zeina ahora parecía real.

Eleanor dejó caer un vestido.

— ¡Me voy mañana y no es asunto tuyo con quién me vaya! ¡Tú no me defendiste de Zeina, permitiste que ella me maltratar y me humillara! Además, pensaste que me había robado la joya de su abuela ¡Ya no lo soportaré más!

— Lo siento si no hice nada para defenderte, todo esto es mucho para asimilar, yo sabía que existía un compromiso con una mujer en mi país y que mis padres habían llegado a un acuerdo con una familia imp