Mundo ficciónIniciar sesiónEl aire olía a perfume masculino, a jabón, a algo que ya no era suyo.
Sintió que algo en su interior se rompía, con un crujido tan sutil que solo el corazón pudo escucharlo.No lloró. No frente a él. No cuando se dio cuenta de que lo que más temía —ser solo una sombra en su vida— se había vuelto real.
Damien, al mirarla de reojo, pareció querer decir algo. Pero no lo hizo.
No podía.Su mirada, sin embargo, se quedó unos segundos en su espalda, en la curva de su cuello, en la forma en que su cuerpo temblaba sin que ella lo notara. Y algo en su interior se tensó, aunque jamás lo admitiría.
Ella seguía siendo su debilidad. Su error más hermoso. Y el único que no sabía cómo reparar.
Sophie permaneció quieta, con las manos en el regazo, mientras Damien terminaba de vestirse. El so







