Mundo ficciónIniciar sesiónDamien no daba crédito a sus oídos, todo lo que esta mujer le decía le parecía cada vez más loco. Se detuvo a mirarla con desprecio—Eres repugnante.
Ella dio un paso hacia él, temeraria—No soy la única. ¿O crees que Sophie es inocente? Esa mujer te hizo débil. Tú, el hombre que no se arrodilla ante nadie. Mírate ahora: obsesionado, roto por una mujer que jamás te entenderá.
El golpe fue verbal, pero Damien lo sintió en la carne. Se acercó un paso más, su sombra cubriendo la de ella. Rachel retrocedió hasta quedar acorralada contra la pared—No vuelvas a pronunciar su nombre.
Su tono fue tan bajo que pareció un gruñido. Rachel lo miró, con el pecho agitado, sintiendo que cada palabra lo enardecía más—Te odio, pero me deseas —susurró ella, casi sin voz—. Siempre fue as&ia







