Si había algo que Kate, una vampira de más de 200 años, tenía como regla de vida, era no marcar a ningún humano que se llevara a la cama, porque esto lo convertiría en su esclavo de sangre. Pero despertar en un hotel, sin recuerdos de lo pasado en la noche, mucho menos del rostro de a quien marcó y sabiendo que había inflingido su propia regla, estaba en serios problemas. Primero porque ahora tenía los minutos contados sin consumir la sangre de su nuevo esclavo. Y segundo... porque descrubrir que a quien mordió es su jefe, un bloque de hielo que solo sabe hacer dinero y mirar a los demás por el hombro, la ponía en peor aprieto. Pero primero muerta que rogarle a un humano... o eso ella pensaba. Novela en colaboración con Bibi Li
Leer másLa boca de la vampira lo recorrió completo, no lo mordió, pero lamió su cuello, su pecho, chupó sus tetillas hasta dejarlas rojas... como otras veces le había hecho él. Acaso se estaba vengando. Limpió todo el desastre de su vientre, mordió ligeramente sus muslos, apretó su trasero tan duro que seguramente le dejaría los dedos marcados, pero no tocó su miembro.No lo dejaba correrse, ni siquiera cuando su pene palpitaba de un peligroso rojo.-Esto al parecer necesita atención- fueron las palabras de Kate sentada a horcajadas sobre sus muslos mirando el mástil rojo e hinchado- ¿Qué podemos hacer con él?- dijo en tono juguetón abriendo su boca y dejando caer un hilo de saliva caliente sobre el glande.El cuerpo de Nicolae casi saltó y tiró de las cadenas que no se rompieron. Kate sonrió al verla luchar inútilmente y a la vez a frustración de estar casi en el borde y no poder llegar. Sin embargo, le había encantado todo este juego de tener a Nicolae completamente a su merced, a que costo
Nicolae sentía su cuerpo ligero, pero a la vez demasiado sensible. Algo lo mantenía caliente, y hacía estremecer su parte inferior. Si mal no recordaba lo último ocurrido en la ducha, ah, otra vez esos colmillos. Negar el hecho que se había sentido bestial sería mentir descaradamente, pero es que después tocaba la parte que dolía.Eran unos putos colmillos mordiendo su zona más sensible. Quien querría eso. Acaso la vampira no se daba cuenta. Ya se enteraría cuando recobrara la conciencia. La mordería a ella también. Nadie se salía con la suya contra él sin recibir una dosis de su propia medicina.Mientras más iba pensando más se iba despejando su mente y a la vez despertando. El quinquenio de cadenas se filtró en su conciencia confundida. ¿Qué era eso? Nicolae se removió dándose cuenta que no podía.Gruñó con un sonido grave de su garganta que a la vez sonó como un gemido ahogado que salió de sus labios... entreabiertos.-A eso me refería- ahora fue la voz familiar de Kate la que escu
Nicolae no era nada romántico, no había tenido tiempo a aprender a serlo, y Kate, tampoco era que le interesara tanto esas cursilerías. Pero si había algo en que coincidían ellos dos, es que la mejor parte de estar entre dos era el buen sexo. Y más si eran tan compatibles como eran ellos. Después de todo y aunque no lo habían dicho a voces, ambos reconocían que sus mejores orgasmos habían sido entre ellos.Y era la razón, por la que después de relajarse en la orilla de la playa, el calor entre ellos al no estar demasiado tiempo sobre el otro, fue aumentando.-Creo que es tiempo de volver- Kate le dijo punteando la mejilla de su esclavo con una sonrisa pícara y restregando su cadera por encima de la de él estimulando la creciente erección- Probemos las cositas que nos dejó Hellene.Nicolae la miró con los ojos entrecerrados y antes que alguna palabra más pudiera salir de la boca de la vampira ya el humano la había agarrado de la cadera para ponerla a un lado y levantarse.-Eeeeeehhh- K
A pesar de que Nicolae había dicho que solo podían caminar por cerca de la habitación, Speicer había tenido otros planes y se había mandado a correr, cierta vampira detrás de él, y ahora él con el ceño fruncido detrás de ellos dos preguntándose mil veces qué demonios estaba haciendo él con chancletas en medio de la arena de la playa.-Acaso no odiabas esto- gruñó Nicolae con la sien palpitando.-¿QUÉEEEEEE?- Kate gritó a varios metros de él y por mirar atrás se enredó con la arena y cayó de golpe al suelo. Sacó su cabeza casi escupiendo la arena en su boca- Hijo de put… Speicer, quédate ahí. Deja que te atrape.La vampira volvió a levantarse dejando sus chanclas detrás y corrió detrás del perro… que no parecía tener intenciones de que lo atraparan. Nicolae vio como aquello dos corrían de un lado a otro, revolcándose en la arena, tal niña chiquita y cachorro malcriado.-Se supone que los dos son mayores que yo- el esclavo se inclinó recogiendo las chanclas de Kate y giró su rostro ha
-Oye, no te han dicho que eres asquerosamente celoso- le soltó Kate alzando una ceja y secándose las lágrimas de sus ojos- Y, además, mira que puedes romper la agradable atmósfera que teníamos en menos de un segundo.Aun así, la mirada de Nicolae estaba fija en la vampira.-Responde-Kate se separó de él y gateó hasta el otro extremo de la cama. Chasqueó la lengua con un puchero.-Aguafiestas. Además, mi maestro… mi maestro…- la boca de Kate se quedó abierta y no salió y su rostro se torció en una mueca- Mi maestro…-Acaba de decirlo- gruñó Nicolae para recibir la mirada confundida de Kate . -Solo sé que me… ¿rescató? Pero después ¿por qué pelee con él?- comenzó a hacerse preguntas a sí misma, sobándose su cabeza- ¿cuánto tiempo estuvo conmigo? ¿Cómo fue que nos encontramos… y por qué me dejó?Con cada pregunta que se hacía su rostro se iba transformando en una mueca extraña, su mano sobaba con más fuerza su cabeza hasta que se estremeció agarrándose el cráneo como si le doliera. Un
Hellene se removió incómodo en la habitación. La mirada de Nicolae caía sobre ella de forma tal que hasta la sofocaba. Normalmente no era así. Al final se detuvo y lo encaró.-Mira, solo te voy a decir lo básico, sin mucho detalle, y quizás no entiendas bien todo porque yo tampoco sé cómo ocurrieron muchas cosas. Kate tiene muchas lagunas mentales, como si parte de esos recuerdos estuviesen bloqueados u olvidados.-Habla- exigió Nicolae ya sin paciencia.Hellene miró de la vampira a su esclavo y abrió la boca.-Kate era hija de unos grandes nobles de su momento. Hace más de 200 años su familia tenía bastante poder, eran vampiros de sangre pura por lo que eran más que respetados. Kate era la heredera tanto de todo ese imperio como el poder que conlleva los sangre pura.-Espera, que es un sangre pura de esos en que tanto énfasis haces. Cuál es la diferencia.-Verás, yo soy una sangre pura, pero no tan pura como la de Kate. Digamos que para lograr el nivel de pureza de tiene ella en la s
Nicolae estaba acostumbrado a ser el centro de atención, pero más por reconocimiento, envidia, o porque atraía físicamente a alguien, no por tener a cierta vampira enganchada en él llorando como si fuese una cachorra. Caminar desde donde estaba en el agua hasta la carpa donde ellos descansaban fue de cierta forma un espectáculo pues podía sentir las miradas de los demás sobre él.Lo extraño fue que... no le importaba.Normalmente solía mantener una imagen impecable dado que podía despertar y estar en la mitad de los periódicos del mundo... como había pasado hacía poco. No era una celebridad ni tenía paparazis detrás de él, pero de que era alguien influyente dado el tamaño de su empresa y su fortuna y sobre todo... su ''soltería ''. Sin embargo, esta vez y a pesar de que podían fotografiarlo en aquel fin del mundo... no se inmutó.Era como si todos sus sentidos estuvieran fijos en aquella chica que lloraba en sus brazos y que se aferraba a él como si fuera lo único que lo pudiera mante
Kate ya iba por el segundo pote de protector solar aplicándose sobre su piel. Para ese momento tanto sus piernas como sus brazos se habían tornado blanquecinas con todo lo que se había aplicado. Aun así, sentía que no era suficiente y faltaba su espalda y parte de su rostro en donde estaba aplicando.Los cuatro habían terminado en una de las casetas cerca del mar donde habían puesto cuatro tumbonas debajo de la estructura de madera cubierta con telas que daban sombra al interior. Pero en ese momento solo dos personas estaban dentro.No habían pasado ni dos segundos en los que habían llegado y Hellene se estaba quitando el vestido tejido de encima de su cuerpo y corrido en dirección a la playa. Kate incluso se había sonrojado al ver el diminuto bikini que se había puesto.-se va a volver pollo frito- le había dicho Kate a Nicolae en la que ocupaban sus lugares.Y ella pues no quería volverse ese pollo frito, por lo que se estaba gastando todo el protector que pudiera, habiendo terminad
A diferencia de ciertas vampiras que habían comido muy bien durante toda la noche, los humanos necesitaban hacerlo varias veces al día, por lo que ahora estaban sentados en el restaurante bufé del hotel dado que hacía camino a la playa. Solo que uno de las vampiras estaba de mal humor por la demora de los esclavos y la otra apretaba su short debajo de la mesa debido a las personas que entraban y salían. Aun cuando habían escogido una mesa pegada a la esquina, alejada de todo y junto a la ventana... a Kate no le gustaban las multitudes para nada... bueno, menos en la discoteca, por alguna extraña razón solía perder su fobia apenas entraba por la puerta.-ya están volviendo ese par de ineptos que se demoran para todo- decía Hellene con un enorme puchero en la boca- yo que quería ir temprano a la playa, pero no, había que pasar por aquí primero.Kate ni siquiera dijo nada. Con Hellene había que tener pocas y muy buenas. Se notaba que era una vampira a la que no se le podía ni jalar el pe