Kate no recordó cómo hizo el camino desde su escritorio hasta la cabina del baño donde estaba soltando hasta lo que no tenía en su estómago en el inodoro. Pequeñas gotas de sangre acompañaban el contenido por la intensidad de las arcadas. Su cuerpo era un mar de temblores. Tanto que sus manos se resbalaban del borde del inodoro.
¿En qué momento?
¿por qué Ellien estaba allí?
¿Por qué estaba trabajando en el mismo lugar que ella?
¿Cómo Nicolae lo había permitido?
Alzó su cabeza con graves jadeos y la frente perlada de sudor luchando contra los recuerdos de su pasado. Esa sonrisa, esa voz, ese hombre… la sensación de su cuerpo siendo golpeado y torturado erizaba cada parte de ella. La traición, esa que la perseguía como una pesadilla.
«Le puedo asegurar que nos encontraremos de nuevo» no lo había dicho solo jugando. Iba en serio. Solo que no estaba preparada para verlo allí, tan cerca de ella. De nuevo y tan pronto.
—Lady Kate, no pensé que su recibimiento fuera tan cálido— y precisament