Olivia se despidió de su hermano, aunque no porque Theo no tuviese nada más que agregar a las maldiciones que estaba lanzando, pues seguido de ello, vino una lluvia de preguntas y cuestionamientos, algo que Olivia no sabía cómo tomar.
—Dime la verdad, ¿él te obligó? — indago casi desesperado, porque en su mente, la posibilidad de que su hermanita se enredara con Amir Rossi era imposible.
—No Theo, eso es… imposible.
Rebatió completamente en shock la pelinegra, pues ella no se consideraba una persona fácil de manipular, al menos no ahora, y por supuesto que no veía a Amir como alguien que se impusiera sobre los demás, menos sobre las mujeres, aún más luego de conocer su historia con Gul.
—Entonces, ¿qué rayos sucedió?
—Ya te lo dije, me atrapó en el maldito primer momento en que lo vi en Stella Producciones, créeme, hermano, escapé tanto como pude, pero finalmente el CEO me atrapó, y antes que continues con tus cuestionamientos, tengo cita con el obstetra, deséame suerte.
—Todo estará