64. La Marca

La madrugada aún no se atrevía a teñir el cielo cuando Ailén despertó con un ardor insoportable en el brazo. El dolor la atravesó como un relámpago seco, arrancándole un gemido que quebró el silencio de la habitación.

Se sentó de golpe, jadeando. El sudor le perlaba la frente y el corazón le retumbaba como un tambor de guerra. Se llevó la mano al antebrazo derecho, donde la piel ardía con intensidad. Al tocarlo, sintió algo más: un leve relieve, como si algo se hubiera grabado bajo su piel mientras dormía.

La puerta se abrió de pronto.

-- ¿Qué pasa, mi niña? ¿Te duele algo? -- dijo la abuela Adela, ya con un chal encima y el cabello recogido a medias.

Ailén alzó el rostro, pálida.

-- Es mi brazo... Quema. Como si estuviera... marcándose algo... --

Adela se acercó sin decir palabra y encendió la lámpara de aceite junto a la cama. Se arrodilló frente a ella y con manos suaves pero firmes, retiró el vendaje que aún cubría parte del antebrazo. Lo que vio la dejó inmóvil.

Una figura se dib
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP