38. Velas en la Oscuridad
El campus bullía con una energía casi mágica. Las luces de colores colgaban entre los árboles como luciérnagas atrapadas en hilos invisibles. Toldos blancos bordeaban los pasillos principales, cada uno decorado con telas de colores, carteles hechos a mano y una variedad infinita de objetos curiosos. El aire olía a canela, algodón de azúcar y algo más: un aroma sutil a otoño y ansiedad contenida.
Ailén caminaba despacio, con un programa doblado entre los dedos y la mirada saltando de puesto en puesto, fingiendo interés. A su alrededor, los estudiantes reían, charlaban, se sacaban fotos y vivían un día normal, un día universitario. Ella también intentaba hacerlo, pero por dentro no dejaba de repetir los ecos de lo que había pasado con Kael.
-- ¿Y esa cara, organizadora estrella? -- preguntó Liora, acercándose con un vaso de jugo en la mano y una sonrisa cómplice en los labios. -- Hoy deberías estar sonriendo más que nunca. --
Ailén alzó la mirada y forzó una sonrisa.
-- Lo intento… de v