Subtítulo:
“En la oscuridad, la verdad se oculta entre voces que nadie quiere escuchar.”
El eco del aullido seguía vibrando en los oídos de todos, como si el bosque entero hubiera cobrado vida para burlarse de ellos. La fogata se consumía lentamente, y cada chispa que escapaba parecía anunciar un presagio. Nadie hablaba, nadie se movía. Era como si la respiración misma fuera peligrosa.
Ariadna sentía el pulso de Naira en su interior, agitado, feroz. “Ese sonido no es natural. Hay más de uno, pero se mueven como una sola voz.” El comentario de la loba la estremeció. No era solo una amenaza común, aquello era una coordinación precisa, un mensaje calculado.
Kael rompió el silencio, su voz baja pero firme.
—Nos están vigilando. No es un ataque todavía, es un aviso. Quieren que tengamos miedo… y que nos destruyamos solos.
Sus palabras eran verdad, pero no calmaban los ánimos. Al contrario, el grupo se removió con más inquietud. Einar acariciaba el filo de su cuchillo como si esperara que