Claudio avanzó por el pasillo de mármol, ordenado y decorado con lirios blancos. En lo imaginaba la razón de aquella decoración. Ensimismado en sus aturdidos pensamientos. Una muy recordada voz lo trajo a la realidad.
—¡Claudio…! —Lucrecia corrió a él.
—Han pasado demasiados años. ¿Dónde estuviste todo está tiempo? — Claudio abrazó tan fuerte a su Prima. Sintió Ese afecto, esa necesidad de sentirse nuevamente en familia. Ese abrazo que estaba pausado por años.
Por un momento hablaron hasta que Paolo entró y tras de él, en rostro de sus pesadillas se estaba materializado. Claudio sintió temblar el suelo.
El cruce de miradas en reconocimiento se hizo notar.
Su respiración se aceleró. No esperaba esto. No aquí. No así. Miró a Paolo que no entendía lo que sucedia.
—¿Qué ocurre? —preguntó Paolo.
Claudio no se movió. No supo que hacer ante las palabras de Adrianna. "Eres tu" No supo si debía negar, hablar o simplemente desaparecer.
Años evitando dormir para no soñar, y deseando de dormir p