Todo el trayecto Paolo estuvo centrado en su portátil, ultimando detalles del nuevo proyecto que estaban a punto de ejecutar.
—Pao, estás seguro de tenerme en tu casa. —preguntó distrayendo lo de su trabajo. Paolo la miró y ella Estaba con la mirada fija en la nada.
Paolo sintió un mal sabor de boca al verla en esas condiciones, tomó su mano y la entrelazó con la suya.
—Claro que sí Sofía, así podremos cuidar de ti.
El auto se estacionó en el parqueadero de la residencia y Paolo bajó, tomó en brazos a Sofía y la llevó al interior de la residencia.
El personal de servicio esperaba por ellos.
—Señor Marccetti, señorita Corrales, sean bienvenidos a su nuevo hogar. —dijo el ama de llaves, Sofía parpadeó escuchando voces nuevas y percibió que no era la mansión Marccetti.
—Paolo. ¿Dónde estamos?
—En nuestra nueva residencia, la acondicioné de acuerdo a tus necesidades.
—Pero yo creí que....
—¿viviríamos en la mansión?
—Si.
—Pues no, esta villa es de una planta y está acondicionada para qu