Capítulo 168 —Deja de pensar
Narrador:
Llegaron al club y entonces los labios de Sofía se curvaron en una sonrisa satisfecha. Sus ojos, que habían adquirido, por proximidad, un gesto como los de su padre cuando estaba en guerra, brillaron con ese fuego único que la caracterizaba.
—Bien —susurró, bajando la mirada con un gesto que parecía demasiado adulto para su edad.
Mateo no entendía nada de lo que ocurría, seguía feliz de que Sasha los hubiera buscado. Tomó la mano de ella sin soltarla, mientras Sofía hizo lo mismo del otro lado, más seria pero ahora con un leve destello de complicidad.
Sasha caminó hacia el club. Mientras abría las puertas, supo que ese brillo en los ojos de Sofía era un recordatorio: la niña ya estaba lista para entender el mundo al que pertenecían, aunque le partiera el alma admitirlo. Desde la penumbra, Azucena apretó los labios al verla. Sasha... no Natalia... Sasha.
—Claro… —murmuró apenas, sin apartar la mirada —A ti no te engañarían unas gafas estúpidas.
Se